OBSERVATORIO DEL DERECHO A LA INTIMIDAD Y AL LIBRE ALBEDRÍO

sábado, 20 de septiembre de 2008

PARANOIA TERRORISTA

En psiquiatría se habla de paranoia para referirse a un trastorno mental caracterizado por diversos tipos de delirios. Por ejemplo, delirio de grandeza, manía persecutoria o un temor desmedido a los demás, hacia los cuales se siente una gran desconfianza. Este último significado es el que aquí nos interesa.

Aunque inicialmente únicamente las personas podían ser paranoicas, parece interesante aplicarlo también a grupos de personas o a toda una sociedad en un momento histórico determinado: sociedad paranoica gobernada por políticos paranoicos, año 8, siglo XXI.

Bajo el liderazgo de los Estados Unidos, nuestra sociedad se ha vuelto paranoica respecto al temor al terrorismo, desde los atentados del 11.9.91.
Haciendo un símil con los aficionados al estudio de los aviones – que se denominan aerotranstornados – mencionados en el comentario anterior, podemos decir que estamos actuando como “panicotranstornados “.

Si bien es lógico que se establezcan medidas contra la lacra terrorista, nunca se debe olvidar que estas han de estar guiadas y limitadas por su EFICACIA y PROPORCIONALIDAD. Cosas que lamentablemente están siendo ignoradas.

Algunos ejemplos que se han instaurado entre nosotros sin aviso ni debate previo, y que hemos asumido con tanta pasividad como el aire envenenado de la ciudad, el precio millonario de los pisos o la comida basura:

· Controles de acceso a los museos. los principales museos han instalado en la entrada controles por RX, arcos de detectores de metales y seguratas.
· Control de acceso a la Expo de Zaragoza. Los que hayáis estado allí habréis tenido que pasar por un control similar al que hay en los aeropuertos. Como ejemplo puedo citar el caso de un amigo que fue con su hija y les decomisaron una pequeña tijera de manicura (¡manda huevos!)
· Control de acceso en edificios de oficinas. Cuando llegas a estos edificios de más o menos postín, te encuentras que el acceso a los ascensores o escalera está condicionado a que pases por un control más o menos similar al de los aeropuertos y, si no eres empleado, tendrás que enseñar el DNI (tus datos quedarán en su fichero) y te entregarán una tarjeta para que se abran las barreras cuando al salir para que quede constancia de que efectivamente has salido y a qué hora. Un ejemplo puede ser en Barcelona el edificio de oficinas de la Diagonal donde tiene su sede el grupo Godó (La Vanguardia, etc.)
· Control para viajar en tren. Principalmente desde que tenemos AVE, las estaciones han instalado controles de seguridad que de momento son bastante más llevaderos que en los aeropuertos, pero tiempo al tiempo. ¿Dónde queda aquella estupenda costumbre de acompañar a los tuyos hasta el tren y despedirlos a través de la ventanilla?

Podemos intuir los próximos pasos: controles para viajar en barco, en cines, teatros, salas de conciertos, campos de fútbol y quizás hasta en los parques de atracciones. ¡Y en el Metro porque no se ven capaces!
¡Y conscientemente hemos obviado la plaga bíblica de las cámaras de videovigilancia!

Definitivamente, estos terrícolas están locos.

No hay comentarios: