OBSERVATORIO DEL DERECHO A LA INTIMIDAD Y AL LIBRE ALBEDRÍO

domingo, 1 de noviembre de 2009

¡LA CORRUPCIÓN ES NOTICIA!

Nuestra maravillosa Prensa ha elevado a supernoticia de la semana los últimos casos de corrupción política. Alguien se ha caído del guindo.

Un dicho popular dice que “en un saco de caracoles cada caracol saca los cuernos cuando puede”. Este dicho puede servir para situar la corrupción de nuestros políticos en su sitio, sin hipocresía.
Desde que el mundo es mundo, Poder, Abuso y Corrupción han estado muy ligados. En el fondo se trata de actuaciones carentes de Ética y guiadas por la avaricia (hace poco decía un economista-psiquiatra que muchos millonarios se sienten pobres, ¡toma ya!). De tal manera que el abuso del cargo para beneficio propio probablemente es lo normal mientras que lo raro es la honestidad, pero aquí la estadística completa está por hacer.
Mientras que en las dictaduras oficialmente no existe corrupción, en democracia se visualiza de tanto en tanto.

El abuso y la corrupción se pueden dar en niveles y lugares muy diferentes: desde el directivo de una asociación de barrio que come a costa de sus dinerillos, hasta el Alcalde que cobra comisión del Promotor por recalificar terrenos, pasando por el encargado de compras de una empresa que impone una comisión al Proveedor. En unos casos el perjuicio es para el empresario o para los socios, mientras que en el caso del alcalde, el perjuicio es para sus ciudadanos (bueno, en ocasiones solo para unos pocos, pues algún alcalde consigue salir reelegido por mayoría después de estar imputado)

Un gestor, ya esté en el sector público o en el privado, puede gestionar mal y despilfarrar el presupuesto, lo cual sería merecedor de la patada en el trasero. Pero un paso más, es cuando se beneficia del poder que tiene para aumentar su patrimonio económico o transformarse en la oficina de colocación de parientes y amiguetes. En este caso, la patada debe colocarle a la sombra para purgatorio personal y escarmiento general, además de hacerle restituir lo pillado. Pero esto, aunque necesario, no es la solución para evitar la corrupción. Está claro que no es suficiente la actuación de la policía y jueces.

Otro refrán nos dice que la ocasión hace al ladrón. Sin hipocresías ¿cuántos de nosotros si fuéramos alcaldes no sucumbiríamos a las tentaciones del Promotor? Por eso la solución no es buscar candidatos honestos cuando todavía carecen de tentaciones sino buscar buenos gestores para que cuando lleguen al poder no despilfarren y entonces controlarlos muy de cerca entre todos para que toda su actuación esté guiada por el beneficio a sus ciudadanos. ¡Que no tengan más remedio que ser honrados! Así les pasa por ejemplo a los empleados de la Fábrica de la Moneda o de la Banca que a pesar de tocar cada día montones de dinero y tener los mismos genes que el resto, el sistema es suficientemente vigilante para que no se animen a meter mano en la caja.

Los comentarios comunes estos días, de que no vale la pena pagar impuestos o votar pues los políticos son corruptos, no valen. Como defiende este Blog, tenemos que implicarnos en la Política para presionar a favor de nuestros legítimos intereses que contrarresten las presiones de los poderosos grupos económicos, para evitar el despilfarro de los torpes y para evitar la corrupción del alcalde que está sometido a tentaciones muy jugosas por recalificar terrenos.
Por otra parte, habría que premiar de alguna manera a los políticos que realicen una labor excelente y tampoco lo hacemos.

Corolario: ¡menos rasgarnos las vestiduras y más dedicar una pequeña parte de nuestro tiempo a la Política! El resto del tiempo podemos mirar la tele o insultar al árbitro para conpensar el esfuerzo realizado (son las dedicaciones mayoritarias pero no únicas, según mi propio Centro de Investigaciones Sociológicas). La Política es cosa de todos.

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