OBSERVATORIO DEL DERECHO A LA INTIMIDAD Y AL LIBRE ALBEDRÍO

domingo, 28 de febrero de 2010

La tecnología se ha convertido en la nueva religión en la lucha contra el terrorismo
(Alexander Alvaro, eurodiputado alemán)

En esta religión no podían faltar en la liturgia, acompañando a los sacerdotes en posesión de la verdad, los veletas y palmeros necesarios para que luzca esplendido cualquier evento.

viernes, 26 de febrero de 2010

El Imperio contra el 'eje del mal' del software libre

Miguel Ángel Criado (http://www.publico.es/ciencias/297622/eje/mal/software/libre) nos explica como el Imperio, con la prepotencia y descaro habituales, pretende eliminar la competencia que supone el software libre para sus empresas.

viernes, 19 de febrero de 2010

LA POLICÍA DEL AMOR

Un grupo de activistas que se denominan Policía del Amor nos muestran en un video como consiguen divulgar su mensaje revolucionario para luchar con amor contra el miedo, de forma tan atractiva como original.

martes, 16 de febrero de 2010

COMUNICACIÓN Y SEGURIDAD

Es un buen especialista en comunicación el que, sin faltar a la verdad, convierte un mensaje negativo en positivo. La tarea es muy fina y la disciplina está muy trabada, pero ni siempre acierta ni todos sus profesionales son brillantes, claro. Es un mal especialista en comunicación el que te considera gilipollas, se dirige a ti como a un gilipollas y, como no eres gilipollas a todas horas, te das cuenta de que te está tratando como a un gilipollas. Es el caso del gilipollas que redactó una nota para un banco español en el que dice que para mayor comodidad de los dientes no abrirán los sábados por la mañana.

Pero estas fórmulas acuñadas -para mayor comodidad, rompiendo el protocolo, los reyes son muy sencillos- funcionan. Por su seguridad es infalible. La lucha antiterrorista intenta hacer muchas cosas en nombre de nuestra propia seguridad. Los que volamos con frecuencia nos desvestimos y descalzamos entre desconocidos, pasamos por detectores de metales, en seguida cruzaremos escáneres corporales que son un sueño para voyeurs, a veces podemos disfrutar de inesperadas palpaciones... ¿Para nuestro placer?

No, por nuestra seguridad. Los que somos de carácter inseguro necesitamos esas comprobaciones porque, en el fondo, tememos llevar dentro de nosotros (no del avión) un terrorista suicida. Cuando ves que pasas todo, que no te han descubierto ninguna sustancia explosiva y que todos los líquidos que te componen son inocuos, te sientes mejor y más seguro.
Los aeropuertos están conectados por metros y autobuses, por decir sólo transportes colectivos, en los que viajan muchas personas sin esas medidas de seguridad. Qué inseguros son esos medios de transporte que no tienen escáneres, no prohíben llevar champú y admiten viajeros con cortaúñas y con navaja capadora. Y qué insensibles: hay un atentado en otra ciudad (incluso occidental, fuera de ahí no cuentan) en cualquiera de esos medios de transporte y en los de aquí no se toma ni una medida de seguridad.

Si hay esa diferencia entre el avión y los autobuses o el metro es porque el suelo y el subsuelo son más seguros que el cielo. Se ha visto que un avión en manos de terroristas suicidas es un proyectil de trayectoria imprevisible que ataca en un medio vulnerable y puede producir daños incalculables y muy televisibles. Que no sucedan cosas así tiene que ver con nuestra seguridad, pero que sucedan en otros medios de transporte y no se tomen medidas de igual rigor demuestra que no es nuestra seguridad lo que más preocupa, aunque tú seas la misma persona que viaja en metro y en avión. Así que en realidad ese su no es de nosotros tanto como de ellos.

No me importaría que a la brutalidad con la que soy tratado en los aeropuertos –como un sospechoso de terrorismo- le añadieran la sinceridad de que todas las medidas de precaución se hacen por la seguridad de las compañías de seguros, de las fuerzas de seguridad, de las autoridades políticas de mi país o de las del imperio o de todos los demás ciudadanos que no vuelan. La seguridad no me haría sentirme más seguro, pero la comunicación no me haría sentirme considerado un gilipollas.

(Javier Cuervo en el Magazine del 31 de enero)

La Huella Digital

Interesante entrevista la realizada por el programa La Huella Digital de Tele Madrid al Presidente de la Asociación de Internautas y al Director de la Agencia de Protección de Datos de la Comunidad.

Rectificación (17.2.10): como explico en el Comentario, este post mejor no leerlo y en caso contrario mucho mejor olvidarlo. Disculpas.

EMPACHO INFORMATIVO DE LA INTELIGENCIA

En los últimos años se han tomado muchas iniciativas para garantizar la seguridad, como el intercambio masivo de información personal que no ha dado unos resultados efectivos por lo que tenemos que pensar que el hecho de ampliar el uso de estos instrumentos tampoco acaba resultando tan efectivo porque donde se falla es en otros ámbitos.
(Entrevista a Artemi Rallo, Director de la AEPD en El Imparcial)

Rallo ha anunciado como novedad que se puede denunciar a través de la web de la Agencia Española de Protección de Datos, aunque tendrán que acompañar la denuncia de un mínimo de prueba que invite a la Agencia a que investigue la cuestión.

Libertad y seguridad

Dicen que para muestra basta un botón. Después de leer esta carta, en La Vanguardia del pasado11, ¿quién piensa que no están ganando los terroristas o se trata de un daño colateral más?

La carta
El 5 de febrero me dirigí al aeropuerto de El Prat para coger un vuelo hacia París. Tres días en esa ciudad eran mi recompensa a los seis últimos meses: en julio me detectaron un cáncer de pecho y tuve que pasar por interminables sesiones de quimioterapia.
Llegué a la T1 e hice cola para pasar por el control de seguridad. El detector de metales no pitó, así que creí que eso sería todo. Pero cuál fue mi sorpresa cuando la vigilante me pidió que me quitara el pañuelo que cubre mi cabeza. Me quedé estupefacta, sin palabras. Le pregunté el porqué, y su respuesta fue que se le pide a todo el mundo que lleve la cabeza cubierta. La situación me superó: bajé la vista y dejé al descubierto mi cabeza. La cara de la vigilante fue un drama: se dio perfectamente cuenta del sinsentido y de lo humillante de su petición. Yo no pude hacer otra cosa que echarme a llorar. Me sentí totalmente humillada e impotente. Y también culpable por no haber sabido plantar cara; pero la absurdidad de la situación me dejó bloqueada. ¿Cómo- podemos dejar que soslayen nuestras libertades individuales de este modo? Si el detector de metales asegura que no los llevo, ¿qué piensan que puedo esconder bajo el pañuelo?
Esto es un claro ejemplo de la pérdida de libertades que sufrimos en aras de la seguridad. La arbitrariedad de las medidas que toman son indignantes. La presunción de inocencia es algo que ignoran: todos somos potenciales terroristas. Y si llevas pañuelo en la cabeza, más aún
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Mara Fuentes Wilson

lunes, 8 de febrero de 2010

BUSCADOR VERDE

A través de Manolo Vílchez, de Yo Cambio, descubro un nuevo buscador que parece prometer, primero bastante más privacidad que el Rey de reyes aunque no tanto como Ixquick y segundo, beneficios medioambientales. Se trata de ECOSIA,

¿Quién está ganando?

No se puede dar a elegir a los pasajeros entre su dignidad y perder un vuelo. Estamos cediendo al chantaje terrorista porque cuando se fuerza a la gente a exponer su intimidad en el aeropuerto para poder ir de vacaciones, el terrorismo ha ganado. Aunque tengamos miedo, no pueden cambiar ni nuestras libertades ni nuestro estilo de vida, ha defendido Alex Deane de Big Brother Watch.

LA ENFERMEDAD DEL MAL

Miguel Jara nos anticipa una futura pandemia, La “enfermedad” del mal, que de consolidarse podría arrasar.

LOS DERECHOS DEL SOSPECHOSO

Luis García Montero en El País nos explica que:

Poco a poco voy dejando de ser un ciudadano para convertirme en un sospechoso. Estas radiografías no hablan de mis enfermedades, sino de las enfermedades de un sistema que renuncia a sus valores principales porque no está dispuesto o no puede hacer una meditación seria sobre la relación entre los derechos y la seguridad.
Me temo además que lo peor aún no ha llegado. Todo camina hacia una futura vigilancia particularizada, en la que se establezcan protocolos distintos para cada viajero según su raza, color, economía y país de procedencia. Si tienen en cuenta la edad, quizá haya un escáner para viejos verdes, y quizá los viejos verdes guardemos en la memoria de otro tiempo el sentido original de la palabra democracia. Viajaremos junto a nuestro abogado y pediremos que se nos lean nuestros derechos a la entrada de los aeropuertos.

Sería divertido si fuera cine pero acojona ya que además de real, las previsiones de futuro parecen probables.