Hay que aceptar que el misterio existe, pero queremos tener respuestas para todo. La persona ansiosa es la que soporta mal la incertidumbre. La tendencia a la preocupación reposa sobre una intolerancia frente a la incertidumbre.
Estar preocupado es tener la mente repleta de problemas por adelantado, ocupada y nerviosa. Sin espacio para otros estados de ánimo, como las pequeñas alegrías cotidianas.
¿Cómo podemos regular la inquietud? Entendiendo que no podemos controlarlo todo y que los problemas forman parte de la Vida, aceptando la incertidumbre
(Cristophe André en La Vanguardia del pasado día 11)
OBSERVATORIO DEL DERECHO A LA INTIMIDAD Y AL LIBRE ALBEDRÍO
sábado, 29 de enero de 2011
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